Cómo hacer jamón cocido
El jamón cocido (popularmente conocido también como jamón de York) es uno de los fiambres más consumidos a lo ancho y largo del planeta. Pese a sus distintas variaciones, matices de sabor, etc., se trata de un plato muy reconocido, sabroso, rico y sano.
Esto, sumado a la moda de volver a los procesos de producción naturales y caseros que se ha dado en la cocina en los últimos tiempos, hace que muchas personas se pregunten cómo hacer jamón cocido en casa. ¿Es posible? Por supuesto que sí. Damos las gracias a La Nevera por cedernos un jamón para hacer la receta y comprobar cómo se pueden lograr exquisitos resultados en casa.
Además, en este caso hablamos de una receta sencilla que ofreceremos a continuación. Además, daremos respuesta a algunas dudas habituales como si se puede comer jamón cocido en el embarazo, si los perros pueden comer jamón cocido y otras curiosidades de este plato.
Cómo hacer jamón cocido: la receta
Hacer jamón cocido casero no es complejo, sino todo lo contrario. Además, se trata de un ingrediente rico en proteínas y hecho con una sola pieza de carne que da para bastante tiempo de consumo.
En cuanto a los ingredientes, no son muy complejos: jamón de cerdo crudo (mejor si es deshuesado), agua, sal, laurel, ajo y pimienta en grano. Todos, salvando la pieza de carne, están en cualquier casa en cantidades suficientes.
¿Cómo se hace el jamón cocido? El primer paso es calentar una cantidad de agua suficiente para cubrir el jamón. Una vez tibia, se pone en un bol y se mezcla con la sal, una cantidad de aproximadamente 50 gramos.
Hay que trabajar el agua y la sal con un cucharón hasta que todo se disuelva. Se dejará enfriar el agua para su posterior uso. Preparar las hojas de laurel (12 a 15), los ajos chafados con un golpe de la hoja del cuchillo (entre 7 y 9) y un par de cucharadas de pimienta en grano y añadir al agua.
Esta mezcla se dejará reposar por una hora o dos. Llegados a este punto, y con ayuda de una jeringa, se toma parte de esta agua macerada y se inyecta dentro de la carne de manera concienzuda y generosa. El objetivo es que toda la pieza se impregne por dentro.
Realizado este paso, meter la pieza en el resto del agua y los aderezos hasta que quede completamente cubierta. Tapamos con una tapadera o un papel film y llevamos al frigorífico por un tiempo de 3 días.
Durante estos días, la sal irá cocinando la carne lentamente. De este modo, se verá un cambio significativo de textura y sabor al sacarla al tercer día. Se retira todo el caldo y los aderezos y se lava bien la pieza de carne para retirar el exceso de sal. Terminado el proceso, se debe secar muy bien para que no quede ni rastro de humedad.
La cocción
Hasta este momento, la pieza de carne no ha sido cocida. Es el proceso que falta. Para ello, el consejo es meter la carne en una bolsa de sellado al vacío e introducirla en un cazo con agua a 80 grados de temperatura por una hora y cuarenta minutos. Este tiempo puede variar dependiendo del tamaño de la carne.
Cuando el jamón cocido esté bien cocinado, retirar del agua caliente y cortar la cocción en un baño de agua con hielo. Conservar en el frigorífico hasta que se enfríe y coja la textura adecuada para cortarlo con seguridad y sin que se rompa.
Con todo ello, ya se tiene un exquisito jamón cocido de la mejor calidad y categoría. Y lo que es más importante, es una buena receta sobre cómo hacer jamón cocido natural sin conservantes ni aditivos.
Embarazadas, perros… ¿pueden comer jamón cocido?
Una vez que se sabe cómo hacer jamón cocido, conviene responder a esas preguntas iniciales, que pueden ser dudas compartidas por muchas de las personas que quieran preparar el jamón cocido en casa sin aditivos ni conservantes.
¿Se puede comer jamón cocido en el embarazo? La respuesta es sí. Sobre todo si se elige una pieza baja en brasa. Al estar cocinado en calor a unos 80 °C se reducen todos los riesgos de contraer toxoplasmosis, algo que sí impide la toma de embutidos curados como el jamón serrano.
¿Los perros pueden comer jamón cocido? De nuevo sí, pero sin pasarse. Se puede utilizar como premio en pequeñísimos daditos que complementen su dieta habitual, pero no la sustituya. Es importante esto, puesto que el jamón cocido incluye un alto porcentaje de sal y esto puede no ser adecuado para las mascotas.
Más allá de esto, y sabiendo que todos los miembros de la familia lo pueden probar, una vez que se ha aprendido cómo hacer jamón cocido, lo mejor es ponerse manos a la obra y probar la receta para disfrutar de un embutido rico, sabroso, saludable y hecho en casa, que siempre sabe mucho más delicioso.